Jugando con aquella afirmación de
Kant, quién inmortalizo el adagio “Hume me despertó de mi sueño dogmático”, en
estos ajetreados tiempos de las democracias de nuestra modernidad líquida, la filosofía
no puede ser analizada o estudiada, exclusiva y excluyentemente, desde el
pupitre académico, sino que debe ser ausculta, y de allí trabajada, desde el
latir y el sentir de la ciudadanía, a la que le cuesta cotidianamente el
sobrevivir en una sociedad que le propone respuestas a problemas que no le son
propios y ausencias de reflexividad ante cuestiones que le son constitutivas. En
este sentido se propone, dentro del ámbito institucional del Parlasur, llevar a
cabo jornadas anuales de filosofía, símil a una resolución de la UNESCO que
declara el día mundial de la filosofía, a los efectos de despertar a la misma
de la pesadilla académica en la que se encuentra atontada, como asimismo
rescatarla del presidio de la indiferencia que le impone una modernidad individualista
y materialista a la que está sometida, en los instantes, en los que logra
salirse del pesado dormir sin sueño, en la que se arrumba, cuasi mortalmente.
“Las tradiciones carecen de poder, pero la cultura también. No
puede decirse que los individuos estén privados de conocimiento: cabe afirmar,
por el contrario, que en Occidente, y por primera vez en la historia, el
patrimonio espiritual de la humanidad esta integra e inmediatamente disponible.
La empresa artesanal de los enciclopedistas ha sido sustituida por los libros
de bolsillo, los videocasetes y los bancos de datos, y ya no existe obstáculo material
para la difusión de las Luces. Ahora bien en el preciso momento en que la
técnica, a través de la televisión y de los ordenadores, parece capaz de hacer
que todos los saberes penetren en todos los hogares, la lógica del consumo
destruye la cultura. La palabra persiste pero vaciada de cualquier idea de
información, abertura del mundo y de cuidado del alma. Actualmente lo que rige
la vida espiritual es el principio del placer, forma postmoderna del interés
privado. Ya no se trata de convertir a los hombres en sujetos autónomos, sino
de satisfacer sus deseos inmediatos, de divertirles al menor coste posible. El
individuo postmoderno, conglomerado desenvuelto de necesidades pasajeras y
aleatorias, ha olvidado que la libertad era otra cosa que la potestad de
cambiar de cadenas, y la propia cultura algo más que una pulsión satisfecha”.
(La derrota del pensamiento. Pág. 128. Alain Fienkelkraut).
Ninguna sociedad puede desarrollarse
o presentar desafíos que le permitan un progreso en el conjunto de los valores
que esa misma sociedad sostiene o cultiva, sí sólo existe un estado al amparo,
o presente para producir, sea trabajo, divisas o confort económico.
Ninguna administración, abarque
distrital, geográfica o poblacionalmente lo que abarque, puede embarcarse en la
gran aventura de forjarles un mejor porvenir a sus ciudadanos, si cuenta los
sucesos culturales, y puntualmente los filósoficos en relación a la cantidad de
entradas vendidas, de luces que se ponen en el escenario o de cámaras que
transmitan un show comprometido con el envase, con la marca, con la etiqueta,
llevándose puesto con ello, o esquilmando su propia sustancia o razón de ser o
dejándolos a la buena de dios de dar el presente en una unidad académica,
formal o informal, bajo la severa mirada de quién haya aprobado un conjunto de
pruebas que bien podrían ser el azar expresado en acertarle las respuestas
correctas a un formulario tipo.
Que paradigma de lo cultural
puede discutirse, sí el único gravitante es el que está en manos de
profesionales de la alcurnia o de los habitantes enmohecidos de la clase alta,
que ya de viejos, cansados de obedecer el mandato social que les toco,
garabatean algún poema, estéticamente deleznable, pero que, mediante la red,
filial y amistosa, que lograron conseguir en sus tristes vidas, logran la
notoriedad, insípida e insulsa de los pasquines locales que ofician de
periódicos, en detrimento del concepto de trabajador cultural que día a día,
tal como lo hace un albañil o un bancario, debe ganarse el pan, enfrentando
precisamente esta noción costumbrista de que sólo lo cultural le pertenece a
los que heredaron una biblioteca de roble o madera noble y que obedecieron como
polluelos los dictados emanados de los mandatos sociales a los que jamás osaron
revelarse.
Qué importancia puede tener lo
cultural, para una sociedad que se arrodilla, penosa y estúpidamente ante los
uniformes, escolares, de control, religiosos y los zurcidos por logos o marcas
que señalan poder económico, y que reprimen una y otra vez, ese grito
libertario, socavado por esa opresión de la que es víctima; de esa enajenación
sodomita a la que la someten en cuerpo y espíritu, diciéndole que habitan en
una democracia, en el resguardo de la institucionalidad normativa pero que en
verdad si les toco nacer en un hogar pobre, morirán en el mismo o en uno peor
del que les toco.
A veces las cuestiones
filosóficas o pertenecientes a las ciencias del espíritu encuentran sus límites
en lo furibundo de la física, sin necesidad de citar a Wittgenstein (La lógica
establece cuál es el límite del lenguaje, del pensamiento y del mundo, y de ese
modo se muestra el propio límite que, obviamente, ya no pertenece al mundo,
quedando fuera de ese ámbito de lo pensable y expresable) cuando se extienden
los conceptos, que luego deben ser traducidos en la praxis o en el terreno de
la realidad, y se lo estiran como chicles, pretendiéndolos como cobertores,
contenedores y resolvedores de todos los problemas habidos y por haber, se los
banaliza al extremo de dejarlos carentes de sentido, insulsos y perversamente
insultantes pues terminan significando todo lo contrario de lo que decían
pretender significar.
Nos
limitamos para comprender la realidad cultural y filosófica, desde cierta
inoculación educativa que se realiza desde lo filosófico, únicamente entendido
como ejercicio disciplinar, anatematizado en conceptos o en conversaciones
entre autoridades aprobadas, previamente por un canon o una vara, asentada, no
en el logos o en la intensidad filosófica, sino en la vara del pupitre, en la
férula de la nota autoritaria que en el mundo formalmente aceptado de lo
académico, como prisiones tolerables del pensar, evitan incorporar lo que nos
nutre de raíz. Educativamente deberíamos analizar pues, sino en esas aulas,
asentadas en diseños medievales, en castillos perimidos en sus funciones
ejercidas barbáricamente en los períodos del medievo, no sería conveniente acaso,
abrir las compuertas en donde se podría interpretar que el conocimiento parece
atrapado o enclaustrado, y dejar que ingrese la energía o intensidad,
extra-muros, en donde podría estar anidando la filosofía auténtica de la vida
que surcan los pueblos que la piensan o vivencian, sin los sojuzgamientos
arriba señalados.
A estos efectos propones la realización de las jornadas
anuales de filosofía en el Parlasur.
Jornadas
de Filosofía en el Parlasur
Antecedentes: Resolución de la UNESCO Número: 33C/45 que declara el día mundial de
la filosofía.
Objeto: Instituir en el ámbito del PARLASUR, Jornadas del
quehacer filosófico que se desarrollarán anualmente entre la segunda quincena
de Mayo y la primera de Junio.
Antecedentes:
El Día de la Filosofía en la
UNESCO se celebra todos los años desde 2002, cada tercer jueves del mes de
noviembre, en la Sede y fuera de ella, en el marco del Programa Ordinario de la
Organización. En una carta de fecha 19 de mayo de 2004, el Sr. Mohamed Achaari,
Ministro de Cultura del Reino de Marruecos, sometió a la consideración del
Director General la propuesta de proclamar un Día Internacional de la
Filosofía, al término de los trabajos de la tercera edición de los Encuentros
de la primavera de la filosofía, organizados por la Asociación de Amigos de la
Filosofía en la ciudad de Fez (Marruecos), los días 9 y 10 de marzo de 2004. En
una reunión que convocó el 13 de enero de 2005 el Sector de Ciencias Sociales y
Humanas con los representantes de las Delegaciones Permanentes ante la UNESCO y
los distintos sectores de la Organización, como parte del proceso de consulta
que llevaría a formular la estrategia intersectorial sobre la filosofía, la Sra.
Aziza Bennani, Embajadora y Delegada Permanente del Reino de Marruecos ante la
UNESCO, presentó la idea de un proyecto de resolución sobre esta iniciativa.
Por carta de fecha 7 de febrero de 2005, la Sra. Bennani transmitió al Sr.
Hans-Heinrich Wrede, Presidente del Consejo Ejecutivo, la propuesta del Reino
de Marruecos de proclamar un Día Internacional de la Filosofía. En eseproyecto
se invita al Director General a elaborar un estudio de viabilidad, en que se
señalen las repercusiones financieras y los resultados esperados de la
celebración de un Día Mundial de laFilosofía.
El Parlasur, es una institución
democrática de los países miembros del Mercosur, sus integrantes son elegidos
mediante el voto popular y sus declaraciones o resoluciones, trascienden el
ámbito de las geografías de cada uno de los países miembros, sin afectarlas,
sino contribuyendo a consolidar sus autonomías sin dejar de lado las
problemáticas comunes, de una historia, sobre todo de los pueblos en común.
Precisamente, sea en el ámbito de
las ciencias, como de la cultura, el punto en común, sea como inicio o final, o
como todo y nada a la vez, es precisamente el quehacer filosófico, más allá de
lo disciplinar o académico incluso.
Consideramos que el establecer
anualmente las Jornadas de filosofía en el Parlasur, dentro del ámbito
institucional del mismo, no sólo que contribuirá a la finalidad de integración
tanto educativa, como cultural, sino también a un desarrollo de lazos que
trasvasan todas las actividades mediante las cuales se desarrollan los hombres
y por ende las comunidades que habitan, dada precisamente la característica
fundacional o general del quehacer posicional de lo filosófico.
Programa de las Jornadas
Filosóficas.
Mediante actividades como:
Conferencias magistrales, charlas debates y coloquios, presentación de libros
filosóficos, en donde se tenderá a que las jornadas si bien puedan ser
convocadas, desde una especialización eventual, no tenga una restricción en
ramas o subdivisiones desde donde liminalmente se pueda concebir la filosofía o
trabajarla desde lugares específicos que la diseccionen a riesgo de
encorsetarla y delimitarla para un circulo áulico de especialistas. Se tendera a:
1) Renovar
el compromiso regional, subregional, regional e internacional en favor de la
filosofía.
2) Alentar
el análisis, la investigación y los estudios filosóficos sobre los grandes
problemas contemporáneos para responder mejor a los desafíos con que se
enfrenta hoy en día la humanidad.
3) Sensibilizar
a la opinión pública a la importancia de la filosofía y de su utilización
crítica en las elecciones que plantean a múltiples sociedades los efectos de la
mundialización o la incorporación a la modernidad.
4) Actuar
como lugar de reunión y foro filosófico para afianzar o crear nuevas redes de
filósofos de todas partes del mundo.
Primeras Jornadas de filosofía
del Parlasur. Mayo-Junio de 2016.
Se recomienda que la organización
de la misma, no recaiga ni en aspectos cualitativos ni cuantitativos de
sobrexigencia. Es decir las Jornadas no surgen para competir o constituirse en
una referencia académica o dogmática para lucir ante los diferentes congresos
de filosofía que en el mundo se desarrollan. Cantidad de invitados, exponentes
o temas o conclusiones que se puedan derivar, no dejarán de ser importantes,
pero sí secundarias o accesorias.
Las jornadas, sobre todo la
primera, se constituirá en un acto institucional, político y filosófico, de
sobrada magnitud, al llevarse a cabo, con el apoyo de los legisladores del
Parlasur y con el acompañamiento de instituciones o hacedores de lo filosófico,
que puedan garantizar presentación de al menos 3 libros de características
filosóficas, un coloquio con tema específico y tres intervenciones como
conferencias magistrales y una charla debate.
Se propone que la Primera
Jornada, no se extienda más de un día y que el verdadero éxito, consista en
sentar las bases de este espacio filosófico para consolidar lo institucional,
en este parlamento supranacional para los países miembros del Mercosur y para
que la filosofía pueda tener el lugar en donde contribuirá con mayores
posibilidades a una mejor permanencia del humano en la tierra.
El Presente Proyecto será
distribuido a las instituciones y personalidades pertenecientes al mundo de la
filosofía, que podrán sugerir todo cambio, modificación, rechazo parcial o
total, como apoyo y acompañamiento, para que la institución de las jornadas de
filosofía del Parlasur, pueda generarse desde el presente año, para lo cual
también se aceptan propuestas de participación, sea en modalidad de coloquio,
charla-debate o presentación de libros filosóficos.
Por Francisco Tomás González
Cabañas.-
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