La democracia
necesita de sus hombres más lúcidos para no derrapar en profundizaciones que la
terminen por distorsionar del todo. Desde el fin de la gran aporía política del
último siglo, que no debe existir ninguna alocución o interpretación de ningún
pensador actual que no refiera a los problemas de nuestras democracias,
líquidas, inacabas o inciertas (a cada término le corresponde casi una línea de
pensamiento que confluyen en conclusiones semejantes) que proyectadas en sus
problemáticas, o en que, no podamos interpretar las contradicciones en sí
mismas, terminaremos muy probablemente en, como nos profetiza, otro de los
tantos renombrados politólogos o filósofos de la política, Zizek, reproduciendo
lo que Hollywood viene filmando como un futuro próximo, la guerra facciosa
entre humanos, por recursos básicos y generadas por las profundas desigualdades
que la democracia en nombre de su valor, promete atacarlas o reducirlas y no
hace más que profundizarlas. De hecho este autor citado, se postuló en su país
como candidato a Presidente, y más allá de no haberlo hecho, con el supuesto
éxito de haber ganado, creo que el éxito ya estuvo en su presentación, porque
es vital e indispensable, que los hombres y las mujeres que se consagraron al
saber, venzan los obstáculos y los prejuicios y puedan meterse en el barro de
la política, para tratar de sacarla, precisamente a esta del fango en el que cada
vez más se introduce.
Esta lucidez de la que hablamos no
provendrá de seres iluminados, de ucases, de creencias en las que seres
poderosos se encuentren realizando algún tipo de juego con nuestras voluntades,
sino que se trata de una posición ante el mundo a la que cualquiera que este
dispuesto puede, y debería tener la obligación moral o ciudadana, de pretender
acceder.
No se crea esta banca intelectual, para
la gloria vana o vanagloria, valga la redundancia, de intelectuales en tal
categorial, que apostrofados en otro reconocimiento de la institucionalidad,
acopien, tal como lo hacen publicaciones, certificaciones, títulos, pos títulos,
y todas las demás cucardas o parafernalias, sea en ámbitos académicos, ferias o
eventos de características signadas por este falsa pose de la intelectualidad,
a la que se insiste, no se pretende acicalar. La banca intelectual no ve la luz
pública, para galvanizar una supuesta, como imposible, bendición divina, o la
ratificatoria de la existencia de un círculo de privilegiados, que en el uso de
términos poco usuales, turben más de la cuenta a la turbamulta mediante la cual
se pretenden, distintos, elegidos, escogidos o privilegiados.
La banca intelectual, funge como dispositivo
institucional, incardinado, a los efectos primero, de generar en el colectivo,
en la ciudadanía, la noción fundamental e indispensable que la intelectualidad
es una condición, circunstancial, a la que cualquiera puede acceder, en tanto y
en cuanto, la desee y más luego, se permita la posibilidad de poner en cuestión
sus propios pensamientos como posiciones y luego, de ello, sentar su
perspectiva, para luego, en el ámbito mismo de la noción antigua de
intelectualidad, no se comprenda que la misma pertenece a un círculo áulico,
cerrado, atesorado por pretorianos de un supuesto saber, que obliteran la
posibilidad de pensar, al haber cosificado el medio para llegar a una dinámica más
ágil del pensamiento o la reflexión.
Esta corrosión, en la que de un tiempo a
esta parte parece haber caído, la intelectualidad mal entendida y por ende sus
integrantes, los intelectuales en tal pináculo pervertido o “perversado”, se
puede ver claramente en la cosificación del objeto o elemento libro. Parece que
los escritores no tratan con la materia prima que serían las palabras que
provienen de pensamientos o sentimientos, sino que se plantean, se trazan, como
si fuesen máquinas seriadas, el objetivo de aquilatar libros, para tener
presentaciones de los mismos, ferias en donde exhibirlos y demás eventos
laudatorios, en donde jamás siquiera tendrán la posibilidad de poner en crisis,
es decir de pensar, sus propias posiciones. Esta perversidad del camino del
intelectual, en este caso del de letras, se réplica en todos y cada uno de los
ámbitos en donde, esa pose, se postureo de lo intelectual, ese vestido o traje,
parece estar reservado, solo a un grupo selecto, u obediente de personas que
antes que pensar, que sentir o que desgarrarse en un humanidad, se conforma,
con la falsa modestia del aplauso de cortesía en una presentación de un trabajo
suyo, en donde, tal vez siquiera las palabras allí estampadas le pertenezcan, o
se las haya figurado, con algún fin, que no sea, precisamente, ese que está prestando,
esa pose tan alejada de la intelectualidad tal como la debiéramos entender, la
que piensa, cuestiona, arde, llora, pone en crisis, escucha, consensua,
sobrevive en el devenir de lo humano.
Tener una banca del intelectual, es
decir de la condición de lo pensado, de lo analizado, de lo que está más allá
del resultado obvio (camino único), de lo inmediato, no sólo que pulverizará
las aspiraciones de quiénes pretendan encorsetar la intelectualidad (como se
viene intentando desde tiempos inmemoriales) en vanas formas, insulsas y
contradictorias de diplomas de fuste, de oropeles de cartón, cuando no
manchados con sangre inocente, sino que por sobre todo, en los tiempos
actuales, contribuirá a la tan mentada, como ansiada, participación ciudadana,
elevando la calidad de lo democrático e instituyéndose como un elemento más que
nutra de alternativas a la democracia entendida como la posibilidad cierta que
nos pensemos, sin dejarnos de pensar, es decir que por más que creamos estar
sobre la senda más acorde, no dejar de cuestionarnos tales paso, para que tal
vacilar de las cosas, no sea el vacilar de nuestra condición de humanos.
“El papel del intelectual debe
consistir en denunciar constantemente el desarrollo desigual o las
desigualdades sociales (la concentración de la riqueza en pocas manos y la
profundización de la inequidad) e insistir en el desarrollo humano. No puede
permanecer indiferente mientras que la mayoría de la humanidad sigue víctima de
la desigualdad, la injusticia y la discriminación, resultadas de la ofensiva
neoliberal. Por lo tanto, debe ser una voz imprescindible por los tiempos que
corren participando en la formación e información de los pueblos y ofreciendo
argumentos sólidos y frescos contra las injusticias y las desigualdades que debe
combatir de manera frontal (Mbuyi Kbunda, Intelectual Congoleño).
ARTICULO 1
º . - Crease
la Banca del
intelectual en el ámbito de la Honorable Cámara de…..(agregar la que
corresponda, distrital como institucional o cada una de las mismas), que funcionará
como banca simbólica y permanente.-
ARTICULO 2
º . - La
Banca del Intelectual tendrá por objetivos el asesoramiento, la consulta, el
control y monitoreo de las leyes relacionadas con la garantizar la libertad de
expresión, avalar, proponer y acrecentar la libertad de pensamiento, consagrar
la libertad de circulación de las ideas y de la confrontación como el consenso
mediante la diversidad de las mismas, con el fin de posibilitar que la Cámara,
en su razón de poder manifiesto del legislativo ejerza su atribución de
sancionar normas y controlar los actos de gobierno acendrado en una cultura democrática
manifiesta y vigorosa en su calidad simbólica como práctica.
ARTICULO 3
º . - La
Banca del intelectual estará integrado por cinco miembros de, los que al menos
dos deberán ser mujer, elegidos por sorteo, del que participaran todos los
ciudadanos que así lo deseen, en la plenitud de sus derechos políticos.-
Anualmente la Banca
elegirá un/a presidente, un/a vicepresidente y un/a secretario/a que podrán ser
reelectos.-
ARTICULO 4
º . - La
Banca del intelectual tendrá las siguientes facultades y atribuciones:
1. Incluir
la perspectiva de largo plazo, de proyección, de visión general como extensa y
crítica en la elaboración y sanción de los proyectos legislativos.-
2. Armonizar y adecuar la normativa vigente a los principios del artículo
27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos así como por los tratados
que en el futuro se ratifiquen.-
3. Proveer las acciones conducentes al desarrollo humano desde la óptica
del pensamiento, la reflexión, el filosofar o el razonamiento en pos de lo
colectivo, a los efectos de considerarlo una posición o perspectiva
indispensable para el avance en la consideración humanística de los pueblos.
4.
Promover medidas de acción positiva que garanticen la libertad de expresión, producto
de la manifestación del pensar del intelectual, no como categoría profesional o
clasificación social, sino como atribución a la que cualquier ciudadano puede
acceder, sin otro requerimiento más que su propia voluntad manifiesta y
manifestada en el marco a sentar su punto de vista sin que ese resulte
agraviante y lesivo, con el compromiso irrenunciable de llegar con la voluntad
tal de que lo enriquecerá más el intercambio, el consenso con ese otro, que el
convencimiento o adoctrinamiento que pueda ir a buscar.
5.
Elaborar una agenda institucional que promueva iniciativas relacionadas con la
circulación de ideas, de talleres, de encuentros, de espacios que no terminen
resultando ferias seriadas para el peculio de alguna facción que pudiera
beneficiarse, sino el propender a la realización de ágoras públicas, en donde
las palabras no terminen aprisionadas en objetos, sacralizados, poco accesibles
o tediosos, sino un material
indispensable para el crecimiento espiritual, y por ende real, del ser humano.
6.
Promover espacios de encuentro y actividades que permitan generar un
conocimiento integrado de experiencias entre funcionarios y ciudadanos,
instituciones y organizaciones públicas y privadas para la reflexión, análisis,
evaluación y realización de foros de debate necesarios sobre temas de
desarrollo humano desde la perspectiva de la intelectual como estadio indiscernible
de lo humano, y valorable desde lo político como indispensable para luego la
aplicación de la instancia práctica-
7.
Fomentar iniciativas tendientes a mejorar el tratamiento de la libertad de pensamiento,
y su posterior, como necesaria instancia de libertad de publicación en los
medios de comunicación para garantizar la visibilidad de todas y cada una de
las formas en que se sienta, se piense o se desee una comunidad, bajo el único
principio de que no resulte agresivo o lesivo hacia los demás.
8.
Difundir a la opinión pública los datos obtenidos, estudios y actividades a través
de un portal web, que tendrá su réplica en redes sociales como en las
diferentes plataformas creadas y a crearse desde la institución democrática que
lo alumbre o de la que se genere o desprenda
9.
Aprobar su reglamento interno de funcionamiento.-
10.
La Banca intelectual sesionará al menos una vez al año, junto al pleno del recinto, teniendo la prelación
en el uso de la palabra, como en tal caso, las atribuciones que le
correspondiera al presidente de un cuerpo colegiado.
ARTICULO 5
º . - Los
gastos que demande la Banca
del intelectual serán imputados al presupuesto general.
ARTICULO 6
º . - Comunicar,
cumplido archivar.-
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